Historias de una mañana en el bar

Sentado en la barra de un bar, vidas e historias ajenas que pasan sin cesar, y escribo, el silencio incomodo entre camarero y gentío. 


Don caballero, sentado con el sombrero colgando en el perchero y señoras con jóvenes pieles cubriendo su ya no tan joven piel. Una madre cansada y sin dormir que sigue cuidando y amando su recién nacido, un padre gritando porque su crío solo hace que gritar y meterse en líos. Enfermeras novatas que siguen de practicas, en la vida así como en el trabajo, acaparan las miradas verdes de señores y los ya no tanto, mientras agarran a su esposa de la mano. 


Siguen entrando y saliendo, y un servidor seguirá escribiendo, las penurias y llantos, las alegrías y gestos, que sus ojos me van contando. 


Chica universitaria descansa la mirada de apuntes y palabras porque no ha dormido, sorbo de café ya tibio antes de un examen, quizá el primero, quizá el último. Chico con ojos asustados, mirada perdida y pupilas dilatadas, pupilo de yonkis y kinkis drogados, pidiendo para comprar éxtasis porque ya carece en su propia vida.


Alexandre García, Jueves 14 de Abril de 2011.

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